miércoles, 25 de enero de 2023

Playa de emociones

 Eres como las olas del mar que van y vienen arrastrando a la orilla de la playa rastros de lo que hay dentro de si.

Me inundas por las noches, cubriendo con tu espuma cada parte de mi piel, humedeciendo con la delicadeza de tu suave tacto cada gramo de mí. 

Me envuelves y me dejas embelesada con el susurro que sale de tus besos, me ahogas con tu frío cuerpo.

Déjame empaparme de ti cerca del sol, para poder ver mejor esa azul sonrisa. Y que las gaviotas canten mientras nos arrebatamos los miedos con cada pequeño secreto que se va revelando.

Te deseo completamente mío, y que me mires sabiendo aquello. 

Que mi corazón es tuyo desde hace ya tiempo, sin tapujos, ni miras. Y aunque el universo esté en medio de nuestros mares. ¿Puedo soñarte esta noche a mi lado? 

Déjame palpitar por ti, y que no sea una sola vez, porque si me dejas estar no me importa el terror del mañana. Prometo aferrarme a tu mano, y crear todo un ecosistema con mi amor, que envuelva cada parte que nos hayan lastimado. 

Porque me haz robado aquello que parecía perdido. Conviértete en algo más que mi pecado. Sé mi ser añorado.

miércoles, 6 de abril de 2022

Ya no somos plural.

 Todo es como un ciclo de recuerdos, va y viene aquello que me ha ahogado aunque el mar esté completamente seco. 

¿Dónde vamos? Es algo que por fin tengo respuesta, después de meses lo supe, lo único que cambia es el plural en ello, el camino es pequeño, supongo que desde hace mucho era así, yo te arrastré conmigo, a tu fantasma, pero ya ni lo que fue cabe sobre la tierra.



Es de nuevo primavera, ¿cómo es que pasaron todas las estaciones y jamás sanamos? No las heridas, sino nosotros. 

Tú me empujaste a un abismo y mientras caía me di cuenta que no me dolía el pensar en el estrepitoso golpe que venía, ni siquiera pensé en la agonía que recorrió cada centímetro de mi cuerpo al tocar el suelo duro y frío, nada de eso importaba, ni la sangre, ni mi cuerpo suplicando por descansar, lo que realmente me dolía era encontrarme sola en ese lugar, sin ti.

Pero ya no importa, ¿por qué escribo a tu nombre si te he olvidado? 


Eso lo puedo responder ya, te invoco solo para poder plasmar ahora, después de que te robaste mi ser entero, yo te robo en mis recuerdos, como si fueses mi musa, una que reflejo como si fueses el yugo sobre mi espalda, y aunque todo el mundo piensa en la daga que me encajaste para herirme, yo ya estoy sanada. 

Así que eso eres ahora para mí, algo que jamás sabrás, algo que ya ni siquiera importa en realidad, solo un arma tan vieja que se va rompiendo en cachitos tan pequeños que ni siquiera es capaz de hacer un mínimo rasguño, sin embargo, te usaré hasta el final de los días quedan de tu recuerdo; que supongo que son pocos. 


Porque ya es primavera de nuevo, el calor azota contra mi cuerpo, como hace un año cuando te quería, como hace 12 meses que solíamos dormir entre risas, como hace 52 semanas que pensaba que por ti todo lo demás no importaba, como hace 365 que te lloré y tú solo te fuiste dándome la espalda, una y otra vez.


Las flores de ese tiempo ya se marchitaron, y algo nuevo ha florecido, más radiante, más cálido, lo siento entre mis manos, la dulce caricia de lo que es la realidad. 

Y no tengo nada que perdonarte, no tienes tampoco nada que decirme, porque nos evaporamos y dejamos de existir, pues ya no somos plural. 

domingo, 26 de diciembre de 2021

Perdidos.

 De nuevo como una espiral, hieres sin estar y regresas. Lo que eres hoy no es ni una ventisca, pero aun así tu recuerdo es una navaja que se adhiere a mi pecho, ¿cómo terminamos así? Odiándonos, con razón, tanta razón. 


Tú sigues aquellas risas burlonas y piso el camino de espinas que se desprenden de tu piel, parece que caen de ti como las escamas de los reptiles, veo lo que eres detrás de todo ello. Un nuevo ser. 

Mientras avanzo más y más, noto la sangre que gotea de las plantas de mis pies, ya se ve tan bello ese carmesí al tenerlo por ti. "Me lastimas", te grito, y así es como pasamos una eternidad en este bucle, en el cual creía que no me escuchabas, pero en un momento te volteas y te miro de nuevo, mi ser da un vuelco. "Lo sé, y no lo siento. Vete ya."

Te quedas de pie del otro lado de la oscuridad, soy yo ahora la que me desvanezco. 


Lloro por mí por primera vez, y me doy cuenta de cuanto me perdí en ti, esta soy. 

Observo a la luna después de tanto tiempo, "descansa", susurra a lo lejos. 

Caigo, pero ahora no duele. Cierro los ojos y no te veo en ellos. 


Nos perdimos, por fin, después de tanto tiempo, y sonará masoquista, pero después de todo el daño que me afligiste, te lo agradezco.