jueves, 22 de septiembre de 2016

Atardecer de melancolía

Siempre estarás en esos besos de verano, recordaré el sentir de tus manos, cada palabra que me susurrabas en la oscuridad, cómo si fuese sagrado lo que escondiamos.

  Poder sentir de nuevo cada rincón de tu piel al cerrar los ojos, besar tus lunares tatuados,  todo lo que eras, y serás, estará ahí, en el cielo, en las diferentes lunas en que nos dormimos, en el huracán de tus pasos.
 
  Tus manías...
  junto con esas caras tuyas.

  Nuestras mentiras que calmaban el corazón, los gritos de cada día para no olvidarnos, la desesperación de nuestro odio, el miedo del amor.
 
  Y más que nada, mirar esas olas del mar, a tu lado, esperando que la noche fuese eterna, y el sueño jamás llegara, contando el respirar, cómo si eso hiciera más lento el tiempo, en tus brazos, con un último suspiro de posibilidad.