domingo, 26 de diciembre de 2021

Perdidos.

 De nuevo como una espiral, hieres sin estar y regresas. Lo que eres hoy no es ni una ventisca, pero aun así tu recuerdo es una navaja que se adhiere a mi pecho, ¿cómo terminamos así? Odiándonos, con razón, tanta razón. 


Tú sigues aquellas risas burlonas y piso el camino de espinas que se desprenden de tu piel, parece que caen de ti como las escamas de los reptiles, veo lo que eres detrás de todo ello. Un nuevo ser. 

Mientras avanzo más y más, noto la sangre que gotea de las plantas de mis pies, ya se ve tan bello ese carmesí al tenerlo por ti. "Me lastimas", te grito, y así es como pasamos una eternidad en este bucle, en el cual creía que no me escuchabas, pero en un momento te volteas y te miro de nuevo, mi ser da un vuelco. "Lo sé, y no lo siento. Vete ya."

Te quedas de pie del otro lado de la oscuridad, soy yo ahora la que me desvanezco. 


Lloro por mí por primera vez, y me doy cuenta de cuanto me perdí en ti, esta soy. 

Observo a la luna después de tanto tiempo, "descansa", susurra a lo lejos. 

Caigo, pero ahora no duele. Cierro los ojos y no te veo en ellos. 


Nos perdimos, por fin, después de tanto tiempo, y sonará masoquista, pero después de todo el daño que me afligiste, te lo agradezco.