Deseo llorar esta oscura
noche, ya que es perfecta para un sentimiento así, la briza un poco fría, el
sentimiento de ausencia, y la falta de estrellas en el cielo, contemplando la
luna que quiere ir desapareciendo.
Cada lágrima no significa perdida, no es
un dolor, ni siquiera es rendición, es vitalidad, como si fuera mi única forma
de expresión a todo aquello que deja de
ser neutro, un poco arriba, un poco abajo.
El
cielo oscuro me llama para desahogarme, para poder vaciar todo aquello que me acongoja hoy.
Si las estrellas me pudieran conceder un solo deseo en esta vida, sería poder saber qué piensas,
solo por un instante, para así poder sentir que realmente estás aquí, y no con esas ausencias con las que siempre me dejas.
Por
esta noche, no puedo hacer nada más que dejar escapar un pequeño sollozo por el
alma dolida, por la mente confusa, y por mi cuerpo agrío y destrozado.
No
creas que estoy triste, tampoco que me haces sentir dichosa, no, solamente
estoy un poco sollozante.
Imagina que cada lágrima es una forma de
cristal que me cubre, como si me renovara, así que por esta noche, solo por
hoy, cariño mío, te pido que al verme llorar, no sientas que hay desdicha en
mí, mucho menos por tu causa, porque tu ausencia me hace completa, tu no
existencia. Y no te preocupes amor, pedazos de corazón que complementa el mío,
lo único que puede aliviar el dolor que causa este pequeño berrido, es un poco
más de dolor, ahora, apártate un poco más lejos, y toma la sombra donde puedas
esconderte mejor, porque si estás cerca mi corazón deseará ser alegre, y yo, en
está oscuridad, no deseo reír, yo solo deseo lamentar, ya que si miras a tu
alrededor, podrás notar que la noche es perfecta para ello, para poder sentir
un poco de compasión y romperse por dentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario